Década del 40
Independiente resolvió arrancar el torneo de 1940 sin ninguna incorporación. La decisión fue acertada. Arrancó con un 8 a 1 sobre Estudiantes de La Plata, 5 a 0 a Vélez y un terrible 7 a 1 a Boca. Pero más allá de los resultados, la gente de Independiente esperaba el choque con Racing. Luego de los dos campeonatos, 1940 quedaría en el historial marcado por una segunda posición.

Cuando Racing visitó a Independiente se fue con un 7 a 0 difícil de olvidar. El periodista Félix Daniel Frascara describió en las páginas de El Gráfico: “Creíamos que el primer tiempo terminaba sin goles, cuando Leguizamón embocó un cabezazo. Al ratito nomás, y también de cabeza, Erico anotó el segundo. Después, en la etapa complementaria, todo se veía colorado. Racing fue empalideciendo como una de esas malas fotografías que los años borran. Zorrilla señaló un gol a lo maestro, cabeceando casi al ras del suelo, y al rato De la Mata. ¿Qué iba a hacer Racing si no tenía nada? Empezó el éxodo de los hinchas visitantes. Hacia la media hora, Salomón sintió los efectos del calor -va sin segunda intención- y se fue de la cancha. Como los restantes hacía rato que se habían “ido”, también quedó Independiente solo. Y llegaron tres goles más. De un grupo de hinchas ubicados en las plateas partió un saludo dirigido al wing de Racing:

-Good bye, Chueco...
El Chueco García lo miró al del chiste y guiñándole un ojo le dijo:
-No te vayas. Todavía puede ganar Independiente.
Y estaban seis a cero”.

Los tres goles restantes, los marcaron Erico, Zorrilla y De la Mata. Fue la tarde del 3 de noviembre de 1940 en Alsina y Cordero, Avellaneda.

En 1941 Zorrilla dejó el fútbol por una lesión. Ese año Independiente se tuvo que conformar con el quinto puesto. En el '42 se cayó en la campaña más baja hasta entonces, en cuanto al rendimiento. Salió noveno a 18 puntos de River, pero el dato negativo lo marca que por primera vez perdió más partidos de los que ganó (12 y 10). Fue el año que no jugó Erico por un conflicto económico y también el de la despedida de Antonio Sastre quien terminó su carrera en el San Pablo de Brasil.

En 1943 se solucionó el problema con Erico. Durante su ausencia se habían probado siete centrodelanteros, pero ninguno estuvo a su altura. Terminó sexto, y en 1944 quinto. En 1945 se quedó con el tercer lugar, y resaltó en la campaña el triunfo sobre Racing por 5 a 1, partido en el que Independiente hizo de local en la Bombonera. Fue el último clásico de Erico. Por entonces el club tenía más de 26.000 asociados. En 1946 quedó sexto, a doce puntos de San Lorenzo, el campeón. La tercera posición conseguida en 1947 no alcanzaba, era hora de celebrar otra vez.

El comienzo de 1948 estuvo acorde a lo que vendría: el Rojo aplastó a Central 10 a 2. Uno de los picos de emoción llegó en la fecha 25°, o cuando perdía 3-1 con River, el último campeón, y terminó ganando 4-3. Un conflicto laboral con los futbolistas determinó una huelga general y ése fue el último partido que jugó con profesionales.

Racing marchaba en punta con una unidad más que Independiente. La AFA decidió que las cinco fechas que restaban se jugaran con futbolistas aficionados. En la reanudación ante Lanús, salieron a la cancha: López; Nito Veiga y Riera; Ledesma, Arias y Cusin; Berdía, Paramidani, Sande, Lorenzo y Reula. Ganaron tres encuentros, empataron uno y perdieron el otro, ganando el torneo con cuatro puntos de ventaja sobre River. En ese final el Rojo venció 1 a 0 a Racing con gol de Gabriel Gil. Después de esa derrota los vecinos de Avellaneda retiraron su equipo de la competición.

Se fueron Mario Fernández y Camilo Cervino. Para reemplazar al primero aparecía un número 10 que marcaría su nombre en la historia del club: Ernesto Grillo.


Fuente : Prensa de Independiente

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